- Back to Home »
- Criando »
- Su primer tortazo
Posted by :
soyfelizpintando
julio 31, 2013
Astuto, curioso
y movido, una combinación electrizante.
Nuestros amigos
nos hicieron un BabyShower y nos regalaron una hamaca para Oli, super
chula, roja, con motivos piratas y unas pelotitas colgando de un arco.
A las tres
semanas de nacido Oli “el curioso”, ya estaba manoteando las pelotas. En
el momento no le di mucha importancia, hasta le tomé un video, pero desde luego
con el tiempo y mis lecturas sobre bebés y crecimiento me percaté de que no era
tan común que un recién nacido tuviera esa capacidad de coordinación
motora. Uff que guay, es inteligente y kinestésico, será todo un reto
entretenerlo y mantenerlo a salvo.
Transcurridos
un par de meses desde entonces, lo de darle a las pelotas se tornó aburrido
para él, así que empezó a probar y experimentar más con su cuerpo y poner a
prueba sus capacidades. Descubrió que se podía arrastrar de espaldas,
hamaca para abajo, y lo intentó y lo intentó hasta lograrlo. Se
carcajeaba… Era sorprendente verlo arrastrarse de milímetro en milímetro,
disfrutando cada paso, hasta que sus pies tocaban el suelo y más atrás el
culete. Ya había aprendido a bajarse de ahí… wiiiiiiiiiiiiiii
es un campeón!!
Hasta ahí todo
fenomenal. Yo me iba a la cocina a preparar la cena y lo dejaba viendo
los dibujos o el canal de música en la TV unos minutos, si total era un bebé de
menos de cuatro meses, no se iba a echar a andar a coger nada peligroso.
Pero un día fue más allá y al bajarse tocó el suelo con los pies, pero antes de
que llegara su culo, se impulsó y dio media vuelta.
El Aita me estaba ayudando y de repente escuchamos un poooooofffff, y más atrás
un ñeeeeeeeeeeeeeeeeeee. ¿Qué ha pasado?? Pues nada, el
trastito se había bajado esta vez por un lado de la hamaca, cayó boca abajo en
el piso y pegó la frente de rebote. Para ese entonces aún no se volteaba
del todo solo, así que verse rodeado de muebles y sin posibilidad de escapar de
su autoencierro lo asustó mucho y el doble nosotros, pero no se hizo
daño. Le revisé todo el cuerpo, hasta las uñas, a ver si estaba
bien.
Iker y yo entre el susto y los nervios, nos acusamos de irresponsables el uno
al otro, pero es que en realidad, jamás nos hubiésemos imaginado que el bicho
fuera tan audaz. De ahí vino la canción "Ya pasóoooo, ya pasóooo, el
bebé está muy bien, ya pasóoo, ya pasóoo todo va fenomenal" y aprendí que poner
un pañito de agua helada en su frente (en lugar del hielo) es mejor para evitar
que se forme el moretón o el chichonazo.
Desde ese día
no ha parado… ni él, ni nosotros. Su evolución cognitiva y
sensorial-motora, aunque a veces es agotadora, no deja de ser fascinante.